DESCRIPCIÓN DE LAS INUNDACIONES COMO PROBLEMA AMBIENTAL
El Partido de Luján se encuentra situado en el tercer cordón de la Región Metropolitana de Buenos Aires y en la cuenca media del río Luján. Su ciudad cabecera, al igual que las localidades de Olivera, Jauregui y Pueblo Nuevo, se encuentran situadas en un relieve caracterizado por las particularidades de las proximidades de dicho río, lo que he resultado en reiteradas inundaciones de la misma. Su historia está asociada al río, desde su utilización para la delimitación de las suertes de tierras con la llegada de los españoles, pasando por su concepción como frontera con los indios durante el siglo XVIII y hasta su uso como recurso turístico (de esparcimiento asociado al patrimonio tangible) y de servicios ambientales (desagües cloacales) en la actualidad. A pesar de ello, aún hoy su dinámica no es reconocida, por lo que se reiteran los problemas ambientales generados por las crecientes que la caracterizan.
Según el trabajo de Roberto Marangón, que releva la altura alcanzada por el río en sucesivas crecidas desde el año 1967 a la fecha, no existe una correlación directa entre las lluvias acaecidas en Luján y las crecidas del río, sino que es un fenómeno de cuenca. Con su trabajo señala que no existe una solución definitiva sino que solo pueden implementarse paliativos para reducir los efectos de un fenómeno natural sobre un ejido urbano instalado en el valle de inundación de un río, combinado con múltiples modificaciones geomorfológicas del mismo.
Por su parte, en el mapa elaborado en base al trabajo de Carlos Haas pueden verse las zonas afectadas por las inundaciones de los años 1985 y 1986 y los riesgos identificados por el autor. Vale destacar que después de dichas inundaciones se llevó a cabo un dragado del río que redujo temporalmente las inundaciones en el área urbana, pero el paso del tiempo, deterioro de la infraestructura hidráulica y el aumento de la intensidad de los fenómenos meteorológicos, y en particular las lluvias, han generado nuevas inundaciones de que afectaron notablemente a la población local.
UNA LECTURA DEL PROBLEMA
En la actualidad, el uso del suelo representa una disputa entre diferentes actores en un territorio cuya configuración espacial está fuertemente afectada por el crecimiento del Área Metropolitana de Buenos Aires. En el Partido de Luján, dicha disputa se expresa principalmente entre el uso del suelo con fines agropecuarios y su uso para la construcción de viviendas, tanto en loteos abiertos como en los barrios cerrados, promoviendo el crecimiento del ejido urbano y el solicitando un mayor despliegue de la infraestructura de servicios públicos. Esta presión sobre el uso del suelo se combina con la dinámica propia del medio natural, en especial del agua en la cuenca del río Luján, cuyas crecidas desbordan su cauce normal para alcanzar áreas urbanas instaladas en las zonas históricamente pertenecientes al valle de inundación del río; lo que señala una combinación de desconocimiento de la dinámica del río y aprovechamiento del sector inmobiliario para generar productos en zonas inundables. Muestra de ello puede verse en la figura presentada, tomada del trabajo de Carlos Hass sobre las inundaciones del año 1985, donde las manzanas pintadas de verde corresponden a la una zona céntrica de la ciudad de Luján (a 200 metros de la Basílica Nacional), las que experimentan un desarrollo urbano claramente inferior a las zonas no inundables circundantes. Este mismo ejemplo puede encontrarse en el suroeste del barrio El Ceibo, en el noroeste del barrio Padre Varela y en el este de los barrios La Loma, San Fermín y Santa Marta; todos desarrollados en las márgenes del río.
En la actualidad, y desde hace algunos años, la perspectiva de desarrollo está focalizada en la obra pública. Se realizaron obras de desmalezamiento de las márgenes del río (cubiertas por la especie foránea conocida como acacio negro) y están en curso una serie de obras sobre puentes orientadas mejorar la escorrentía del agua. Por su parte, la legislación vigente explicita responsabilidades al tiempo que crea los comités de cuencas reconociendo su importancia, pero la superposición jurisdiccional y la carencia de autoridad de estos organismos por sobre los municipios los convierten en cajas llenas de buenas intensiones pero sin anclaje concreto en el territorio.
En este marco, el gobierno municipal puso en funcionamiento un sistema de Protección y Defensa de la Comunidad (ProDeCom) compuesto por las diferentes instancias municipales, Defensa Civil, los bomberos voluntarios (quienes en la actualidad mejor conocen, por experiencia, la dinámica del río) y otras fuerzas vivas entre las organizaciones civiles locales. El ProDeCom es una instancia de integración y coordinación de acciones pero que se pone en funcionamiento en los momentos de emergencia, sin generar espacios de articulación e integración de información posteriores orientados a una mejor planificación que supere sus actuales protocolos de emergencia.
Según Roberto Marangón, los paliativos para las inundaciones en Luján radican en retener aguas en el curso superior del río, aumentar la infiltración mediante diferentes técnicas y forestar zonas rurales para reducir el escurrimiento. A su vez, en su trabajo de los años 90s, el autor remarca la necesidad de impedir la urbanización y “que incautos compradores de terrenos se transformen en potenciales damnificados por las inundaciones”. Pero otras voces se orientan a concepciones más radicales, proponiendo el retiro del ejido urbano del área que cubre la dinámica natural del río entre en sus crecidas. Esta propuesta implica la recuperación de la zona ribereña para el esparcimiento de la sociedad, al tiempo que garantiza una mayor infiltración de las aguas y un mejor control de la escorrentía; pero no observa las modificaciones geomorfológicas realizadas fuera de dicha área.
Integrando ambas posiciones, el reclamo es de un mayor conocimiento de la dinámica de la cuenca hidrológica del Luján en manos del Estado a fin de poner límites al desarrollo descontrolado y permitir una planificación urbana coherente con el medio natural y su dinámica. En este sentido, en el ámbito municipal existen actualmente estudios hidrológicos del río orientados a planificar un desarrollo sustentable sobre el mismo, pero estos están circunscriptos a las autoridades municipales y no se dieron a difusión, negando la posibilidad de participación a la comunidad local, lo que permitiría incorporar conocimientos vivenciales que, entendidos como evidencias permitirían generar un conocimiento usable relativo a un sistema complejo, en un marco de innovación constante e inmerso en un sistema político.
ALGUNOS HITOS HISTÓRICOS
Según Carlos Hass, en el año 1985 la ciudad se vio afectada por dos inundaciones. La primera a fines de mayo y la segunda en noviembre (mayores episodios registrados a 1995). En la primera, el 1 de junio se observó una altura de 6,30 metros (marca del hidrómetro local) correspondiente a la cota de 18,10 metros del Instituto Geográfico Militar (IGM). En noviembre esta altura fue superada, llegando el día 16 a los 6,40 metros (local), cota 18,20 metros (IGM).
"En lo que respecta ala población afectada, el caso de la ciudad de Luján presentaría características atípicas con respecto a otros espacios urbanos inundables de Argentina. En estos últimos los espacios de más alto grado de vulnerabilidad en términos del impacto del desastre y su secuela real son áreas ocupadas, en general, por grupos de bajos niveles socioeconómicos y localización periférica con respecto a los núcleos multifuncionales urbanos. En el caso de Luján esta relacion se invierte, ya que las áreas demás alto riesgo coinciden con el centro comercial-administrativo-cultural-religioso-turistico de la ciudad, ocupado por población con buenos niveles de instruccion, bajos niveles de hacinamiento y mayor disponibilidad de servicios y régimen de tenencia de las viviendas en calidad de propietarios."
El total del sector urbano inundable, que abarca una superficie aproximada de 6,1 kilómetros cuadrados, estaba ocupada por 6300 personas. Diferenciando tres áreas de riesgo, Hass identifica que en las áreas de medio y bajo riesgo es la de mayor densidad poblacional, con usos compartidos comercial-residencial.
Hass plantea que la magnitud de la inundación de 1985 está dada por la cantidad de viviendas damnificadas, que se eleva a 1.730, lo que representa un 14,75% de la ciudad en ese momento.
La zona céntrica estaba ocupada principalmente por servicios turísticos y usos culturales, mientras que los brrios periféricos afectados (Santa Marta, San Jorge, San Fermín y La Loma) estaban ocupadas por viviendas de no más de 30 años de su construcción.
RELACIÓN CON OTRAS PROBLEMÁTICAS
La existencia de fuentes de contaminación como basurales en las inmediaciones de los cursos de aguas que pueden salir de su cauce e inundar áreas urbanas representan una combinación de problemas relevante. Particularmente en la zona del basural municipal (próximo al arroyo El Haras), donde se depositan los residuso sólidos urbanos del Partido. Las características de los RSU como problema ambiental se se detalla en Residuos Sólidos Urbanos.
También las inundaciones pueden implicar una contaminación de los cursos de agua con sustancias industriales existentes en los predios linderos al curso desbordado. En este sentido, las inundaciones se combinan con la Contaminación del Agua como problema ambiental.
A su vez, las inundaciones complejizan la problemática cuando los cursos de agua puedan estar contaminados, exponiendo las áreas inundadas a los contaminantes transportados por el agua que, en diversos casos, decantan en dichas áreas. En tal caso, las inundaciones se relacionan con la Contaminación del Agua y la Contaminación del Suelo.